Monumental donde las haya, la ciudad de Cáceres (Patrimonio Cultural de la Unesco desde 1986) se convierte en un planazo para cualquier momento del año, atrayendo a miles de turistas a su casco histórico.
Arquitectura palaciega y religiosa, tanto medieval como renacentista, surgida tras la conquista de América, salpica el corazón de la capital cacereña al ritmo de torres, puertas, blasones, iglesias y murallas y la imponente plaza mayor.
Fiel a su carácter extremeño, Cáceres es además una ciudad hospitalaria donde la gastronomía tiene mucho que decir, avalando los productos de la tierra con una cocina cercana, sabrosa e intensa.
No faltan, siendo Extremadura, los quesos de oveja ni las carnes —principalmente de ibérico y de cordero—, pero tampoco está exenta de recetas pastoriles como las calderetas, las migas o, aunque a veces suene poco extremeño, una huerta de verano que permite llenar de frescura las cartas.
Famosa también por su oferta de tapas, Cáceres es una ciudad que se puede disfrutar tanto a pie de barra como sentado en mesa. En su tapeo coinciden bares clásicos con años de historia y una apuesta de gastrobares, algo más modernos, que bien merecen la visita.
Amén de su relevancia de tapa e informalidad, Cáceres también es el hogar de uno de los dos estrellas Michelin más famosos de España: Atrio. Rememorado por su impresionante bodega, el restaurante que regentan Toño Pérez y José Polo es una parada más que imprescindible si pasamos por aquí.
Si el bolsillo no lo permite, Cáceres abre igualmente un sinfín de apuestas para una ciudad en la que comer bien y comer a buen precio está a la orden del día.
Los 5 platos más típicos de la gastronomía cacereña
Cáceres es tierra de embutidos, de trashumancia y también de ser fiel a unas raíces rurales que invitan a una comida tradicional, clásica y potente que, aún hoy, se plasma en numerosos bares y restaurantes.
Su cocina típica, más allá de algún plato en concreto, se puede encontrar en buena parte de los municipios de la provincia, si bien no hay ninguna receta que podamos ejemplificar como puramente capitalina.
Como es lógico, probar los quesos tipo torta, la morcilla patatera o la morcilla de calabaza son pequeños pecados culinarios en los que hay que hacer hincapié cuando se visita la ciudad.
Repápalos o huevos tontos
Un plato de aprovechamiento a base de miga de pan duro, huevo, ajo y perejil que, tras moldearse, se fríen. En muchas zonas de Castilla, de Extremadura y de Madrid se les conoce también como huevos tontos o como rellenos, ya que solían agregarse al cocido.
En este caso, lo más habitual es que vengan incorporados en las sopas de cocido invernales, pero se pueden encontrar en cualquier momento del año con cierta facilidad, pues son habituales en la mesa extremeña.
Receta completa | Repápalos extremeños
Migas al pastor
Allí donde había un pastor y un trozo de pan, había unas migas. Desayuno, almuerzo y comida de labriegos y pastores desde hace siglos, las migas son un patrimonio rural de valor incalculable que, en mayor o menor medida, varían muy poquito.
Las migas extremeñas suelen diferenciarse del resto de migas por tener un puntito de pimentón que no siempre es habitual en el resto de recetas. Junto a ello, la voz cantante de tocino, morcilla, jamón y chorizo para redondear el bocado. Ibérico, por supuesto.
Receta completa | Migas al pastor
Caldereta de cordero
Es otro de esos platos imprescindibles de la cocina española y, en este caso, también de la extremeña. Aquí la ciencia está en utilizar una carne de primera calidad, como es el cordero extremeño, pero también puede ser cabrito, que hará todavía más potente el plato.
Es habitual encontrarlo a modo de tapa o de ración en prácticamente cualquier establecimiento de Cáceres, pero incluso la hostelería lo sirve como plato principal, así que es otra buena forma de comerse Extremadura.
Receta completa | Caldereta de cordero
Zorongollo
A pesar del parecido semántico, el zorongollo extremeño no guarda relación con el zarangollo murciano. En el caso del primero hablamos de una ensalada de pimientos asados y cebolleta fresca, dando como resultado un plato muy veraniego.
También muy popular en las cartas de toda la provincia por su sencillez y sabor, el zorongollo es una de esas recetas con poco misterio donde el valor auténtico del plato está en la calidad de los ingredientes.
Receta completa | Zorongollo
Huesillos
Parte del recetario cuaresmal extremeño se surte de recetas de repostería como los huesillos, aunque en otras celebraciones es también muy frecuente la aparición de las famosas flores de hierro o flores fritas.
En este caso, rara es la pastelería que durante la Semana Santa no presenta estos típicos dulces a base de harina, huevo y una pizca de leche que le van de fábula a cualquier tipo de sobremesa o desayuno.
Receta completa | Huesillos
Taperías y bares de tapas
Las taperías son el alma de Cáceres, sobre todo en su casco histórico, donde confluyen tabernas con décadas de vida con propuestas más contemporáneas. Debido a la notable presencia turística, las opciones del tapeo en Cáceres son variadas y, en muchos casos, teñidas de vanguardia.
La Marina
Con los sesenta años apenas recién cumplidos, La Marina es uno de esos establecimientos míticos dentro de la ciudad. Tres generaciones de una misma familia (los García) han dado el callo en este local, siempre lleno y de ambiente casero, donde las tapas y raciones son la razón de ser.
No conviene irse de aquí sin probar la jeta al soplete, los manojitos (gambas en gabardina muy sabrosas) o los morros con morcilla. El servicio es atento, familiar y el paso por La Marina, un imprescindible para llevarse un buen sabor de boca de Cáceres.
La Marina. Av. Virgen de la Montaña, 18. Teléfono: 629 38 62 38.
La Minerva
En plena Plaza Mayor de Cáceres, La Minerva es otro de los referentes en los que buscar un tapeo diferencial, cercano y con algunas propuestas creativas donde el producto lleva la voz cantante.
Más moderno, tanto en estética como en decoración, la carta del picoteo no es extensa, pero está bien elegida, dando opciones de quesos, embutidos y tapas de cocina que alternan recetas clásicas con algunos toques más vanguardistas. Si buscas producto y originalidad, es un sitio perfecto para ello.
La Minerva. Pl. Mayor, s/n. Teléfono: 927 26 10 52.
Gastrobar Mastropiero
Otra apuesta cargada de innovación que gusta por igual a cacereños y a turistas, repleta de detalles de cocina viajera y fusión que, sin embargo, enarbola producto extremeño en la medida de lo posible.
La carta de vinos también es amplia y permite alternar diferentes estilos de vino, acordes a la funcionalidad de una propuesta gastronómica realmente única en la ciudad y que, si perseguimos creatividad y platos diferentes, no dejarán de sorprenderte.
Gastrobar Mastropiero. C. Fuente Nueva, 4. Teléfono: 927 21 48 37.
Enoteca La Maestra
Vinos variados, buen ambiente, mesas altas, una carta disponible durante buena parte del día y opciones internacionales y extremeñas en el recetario dan fe de La Maestra, una enoteca que también hace gala de buena mesa.
A las carnes y pescados de los principales se suman entrantes fríos y calientes, algunos basados en recetas tradicionales y otros con guiños viajeros, sobre todo americanos y asiáticos, que bien valen la visita.
Enoteca La Maestra. Pl. Mayor, 33. Teléfono: 651 83 74 45.
La Maltraviesa
Punta de lanza de tapas divertidas y diversas, La Maltraviesa es otro de esos restaurantes para salir del sota, caballo y rey. Buena forma de hacerlo son sus brioches, en especial los de presa ibérica y los de chipirón, pero también sus arroces.
Además, la carta de vinos es amplia, variada y toca referencias de distintas zonas de España, incluyendo vinos de Jerez y blancos diferentes, por lo que los que busquen vino de calidad a precios contenidos tienen aquí una parada obligada.
La Maltraviesa. Pl. Bruselas, 4. Teléfono: 927 61 88 08.
La Matilda
Con una terraza que se convierte en una tentación cuando el buen tiempo asoma, La Matilda ocupa buena parte de la plaza de Santiago, muy céntrica. La carta no es especialmente extensa y permite la convivencia de croquetas y huevos rotos con platos de otra índole como tacos de cochinita pibil o piruletas de patatera.
Los postres tienen buen nivel y el resto de la carta es sencilla, accesible y muy fácil de compartir, tanto para grupos exigentes como para familias o parejas.
La Matilda. Pl. de Santiago, 9. Teléfono: 647 25 15 63.
Restaurantes de precio medio
En líneas generales, Cáceres no es una ciudad demasiado cara para comer pero, cuanto más nos acercamos al casco histórico, más prohibitiva se vuelve. Ciudad turística donde las haya, es cierto que tiene un ticket medio relativamente alto para una ciudad con su población.
Aún así, un precio medio en Cáceres no suele superar los 30 o 35 euros por persona en la mayoría de establecimientos, aunque siempre es susceptible de crecer en base al vino o a ciertas preferencias.
Borona Bistró
Abierto a mediados de 2021, Borona Bistró es un soplo de aire fresco y accesible para la ciudad de Cáceres. Víctor Corchado se encarga de esta cocina, cargada de sabores extremeños, que dispone con menús cambiantes y sin carta, en dos formatos de degustación.
Uno corto (Baileja, por 35 euros) y uno más largo (Aljófar, por 45 euros) son la propuesta rotatoria de un restaurante luminoso, elegante y creativo que busca salirse de los renglones habituales. Muy recomendable para los que quieran sorprenderse en Cáceres por poco dinero.
Borona Bistró. Calle Catedrático Antonio Silva, 6. Teléfono: 927 02 70 33.
Oquendo
Más de 25 años en la ciudad atestiguan el éxito de Oquendo, un pequeño tesoro de cocina vasco-navarra que conquista por igual el corazón de locales y de turistas. Pablo Medrano es el chef detrás de estos fogones, donde propone tanto sentarse a la mesa como disfrutar desde la barra.
La carta de la tapería es generosa, presidida por unas pochas que bien valen el viaje, pero también por el buen trato que da al bacalao. Merluzas y cocochas comparten así presidencia en la mesa, en varias versiones, para un restaurante que también es acierto seguro.
Restaurante Oquendo. C. Obispo Segura Sáez, 2. Teléfono: 927 21 11 32.
El Mirador de Galarza
Con una panorámica que hace justicia al nombre del restaurante, El Mirador de Galarza es uno de los puntos más románticos de Cáceres para una cena especial o para sorprender a nuestros invitados.
La cocina, tradicional, se basa en el producto, donde la importancia del cerdo y de los asados al horno cobran capital relevancia. También sucede lo mismo con la parrilla, donde cerdo y buey se entienden a las mil maravillas. Además, los no carnívoros no tienen por qué preocuparse, hay opciones vegetarianas interesantes como el bacalao monacal, la parrillada de verduras o un zorongollo que merece la pena la visita.
El Mirador de Galarza. Calle Piedad, 2.Teléfono: 927 62 72 19.
Los Siete Robles
Los Siete Robles tienen bien ganada su reputación como asador, donde la brasa y la carne son las que llevan la voz cantante de un restaurante ya mítico en Cáceres, capaz del mismo modo de atreverse a hacer bocadillos como a reivindicar una mesa repleta de productos y recetas extremeñas.
Con el cerdo ibérico como protagonista, la carta del restaurante se consolida además con pescados, tanto en fritura como al horno, y con algunos platos frescos que sirven como entrantes, sobre todo cuando el calor aprieta, que permiten acercarse a diversos públicos con un ticket medio amable.
Asador Los Siete Robles. Av. Héroes de Baler, s/n. Teléfono: 927 18 02 43.
Restaurantes de precio alto
Un poderoso dos estrellas Michelin es el gran aliciente para la alta cocina cacereña, pero también hay otras menciones, tanto para la guía francesa como para Guía Repsol, que avalan que Cáceres está en un buen momento gastronómico a base de cocina de autor.
Atrio
Bajo la batuta de Toño Pérez y José Polo, Atrio ha consolidado a Cáceres como destino turístico de primer orden con una cocina de muchísimo nivel, refrendada por una de las mejores bodegas de restaurante de España. A ello se suma la presencia del hotel, incluido dentro del sello Relais & Chateaux, que asegura una experiencia inolvidable.
Aunque el precio de Atrio es caro, cruzar sus puertas bien merece la pena para darse un capricho de manera más o menos esporádica. Afabilidad, cercanía, calidad y la sensación de sentirse en casa, pero en un cinco estrellas de máximo lujo avalan aventura.
Atrio. Pl. San Mateo, 1. Teléfono: 927 24 29 28.
Torre de Sande
Digamos que Torre de Sande son los pies en la tierra de Atrio, permitiendo dar más comensales, mantener trabajadores y hacer una cocina más terrenal que la que Toño Pérez ejecuta en la casa madre. Sin embargo, Torre de Sande es un restaurante con entidad propia que sirve para hacerse una idea de lo que Pérez piensa culinariamente.
Tanto en carta como en menú degustación, la bandera de este restaurante relativamente reciente —aún incluido en una casa señorial renacentista— está en los guisos, la cuchara y la tradición extremeña mejor entendida.
Torre de Sande. C. Condes, 3. Teléfono: 927 16 49 94.
Homarus
Convertir Cáceres en un puerto pesquero no es fácil, pero gastronómicamente Lute y Mari Luz lo consiguen con Homarus, un restaurante de interior consagrado al producto del mar, tanto en mariscos como pescados.
La carta, cuajada de pescados, es un alegato a la versatilidad y al buen punto de la materia prima, además a un precio bastante comedido para los estándares de los restaurantes 'marinos'. Lubina, rodaballo, lenguados y bogavante (el rey de la casa, tanto al ajillo como en arroz) dan fe de este buen hacer que sorprenderá a cualquiera que visite Homarus.
Homarus. C. Miguel Serrano, s/n. Teléfono: 927 23 55 82.
Eustaquio Blanco
Dos ambientes reinan en Eustaquio Blanco, el restaurante que el propio Eustaquio —del que más adelante volveremos a hablar— abrió en 2007 para dar salida a una alta cocina más refinada y creativa. A su muerte en 2010 le sucedió su hija como directora de esta casa de comidas tradicional cuya cocina recae en el chef Miguel Ángel Sánchez.
Con la batuta recogida y la lección bien aprendida, el producto extremeño lleva la voz cantante de una oferta a dúo (la formalidad en el restaurante y la informalidad en la tapería) que merece la parada para sorprenderse de la nueva ola de la cocina cacereña.
Eustaquio Blanco. Av. Ruta de la Plata, 2. Teléfono: 927 23 85 55.
Javier Martín
Cuando el Mediterráneo se cuela por la puerta de Cáceres aparecen milagros como el restaurante Javier Martín (nombre del chef y creador de este restaurante). Con más de una década a sus espaldas, este local ya se ha consagrado como una de las referencias para entender el despertar cacereño.
Lo hace junto a Esther Rodríguez, su esposa y encargada de sala y sumillería en este restaurante donde el mar se cuela por todos los rincones. Menú degustación, parrillada de marisco y una opción de carta confluyen para demostrar el acierto de Martín con pescados y frutos de mar, bien ligados con la tradición extremeña, que queda patente en platos como el cabrito o el capricho hurdano. Para volver una y otra vez.
Restaurante Javier Martín. Calle Juan Solano Pedrero, 15.Teléfono: 927 23 59 06.
Albalat
Mimbres también familiares para Albalat, otro de los puntales de la nueva Cáceres, ciudad a la que sentó bien su capitalidad gastronómica en 2015. Fieles al espíritu que reina en la ciudad, su carta se divide entre tapería y restaurante.
Carta amplia en ambos casos, tanto en pescados como carnes y en recetas extremeñas, Albalat gusta por igual a cacereños y viajeros con una oferta generosa, bien de precio y un repertorio de postres también amplio.
Albalat. Av. Ruta de la Plata, 4. Teléfono: 927 03 83 03.
Dónde desayunar en Cáceres
De las migas a los churros, pasando por cookies, tartas de queso fundentes y por café de especialidad. ¿Quién decía que no se podía desayunar bien y variado en Cáceres? Las pruebas lo refutan y, como veréis**, merece la pena madrugar en la ciudad.**
El Gran Café
Aunque escribir la historia de El Gran Café de Cáceres en unas pocas líneas es una odisea, digamos que este local, abierto en 1983, ha resucitado varias veces. Fieles a este resurgir, los cacereños siguen yendo allí en tropel en desayunos y meriendas.
Sus churros y porras bien lo merecen, aunque la carta de la dulcería es amplia -bollería, tostadas y repostería- quizá lo más canónico sea desayunar sus tradicionales migas. Sí, han leído bien. Para todo lo demás, no dejen de visitarlo.
El Gran Café. Calle de San Pedro de Alcántara, 6. Teléfono: 927 77 29 17.
Alia Pastry Shop
Tiene apenas 20 años, pero Ángel Gallardo ya pegó el pelotazo a finales de 2021 al entrar en los cinco finalistas del I Concurso Nacional de Tartas de Queso, una especialidad que a este pastelero emeritense ha demostrado bordar.
En Alia, su propia pastelería, trabaja distintas versiones, en idiázabal, en parmesano y, como es lógico en estos lares, de Torta del Casar y de Torta de la Serena. Solo para llevar, sus productos bien merecen una parada, incluyendo los rollos de canela, las cookies y los dulces árabes.
Alia Pastry Shop. Av. Virgen de la Montaña, Nº 15, Bajo 8. Teléfono: 633 16 33 21.
La Casa del Goloso
Recogida, colorida, coqueta, céntrica y avalada por una nueva hornada de pastelería que enarbola cookies, cakes y muffins, La Casa del Goloso es otra buena parada para comenzar el día en Cáceres o para hacer un alto a media mañana.
De todos sus postres, que son muy variados, quizá el que más éxito tenga sea una cookie de gran tamaño bautizada como Monstrua -que recomendamos compartir-, pero toda la oferta está a buen precio y la calidad del café también es alta.
La Casa del Goloso. Calle Gral. Ezponda, 4. Teléfono: 608 51 01 89.
Zeri’s Coffee Roaster
Rompiendo una lanza por el café de especialidad, Chechu y Dani, dos enamorados de esta bebida, decidieron abrir Zeri's en la capital cacereña y demostrar que había cabida para una mejor forma de tomarlo.
Ahora bien asentados y con un tostador de café propio en un pueblo cercano, avalan la calidad de Zeri con un repertorio variado, selecto e inteligente que no solo encandila a los cacereños, sino también a los turistas, muchos de los cuales no dejan de sorprenderse con la excelencia de Zeri's Coffee Roaster.
Zeri's Coffee Roaster. Calle Gil Cordero, 7. Teléfono: 621 36 89 37.
Las Cancelas
Junto a los de El Gran Café, los churros y porras de Las Cancelas son los más famosos de Cáceres y por los cuales incluso se llega a hacer cola, en especial los fines de semana. A punto de cumplir sesenta años de existencia, este bar de barrio abierto por una pareja de migrantes que volvieron de Alemania es otra parada fundamental de los mediodías cacereños.
Si no estamos por la labor de madrugar, el momento del aperitivo en Las Cancelas también es de lo más interesante. Oreja guisada, albóndigas y magra con tomate son el triunvirato al que aferrarse caña tras caña como uno más.
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