Explica Manuel Boullosa, al frente de la pescadería Virgen del Carmen, en el municipio pontevedrés de Arcade que "gasta más de 60 euros en bolsas y bandejas de poliespán". Una realidad que pone sobre la mesa El Faro de Vigo, en un reportaje a este pescadero que ha decidido dar la vuelta a la tortilla del reciclaje.
Abandonando los plásticos de un solo uso y este tipo de bandejas, este pescadero pontevedrés puso en práctica un sistema de táperes entre sus clientes hace cuatro años, concienciado de una realidad tanto económica como sostenible.
Lo cierto es que la idea, además de suprimir y minimizar el gasto en plástico, tiene también otra ventaja añadida y evidente como cualquier comprador de pescado presupone: un producto que llega en mejores condiciones a casa.
Tanto el papel de estraza como el plástico, además del poliespán, no son lo suficientemente sólidos como para que el pescado no se apriete y sufra en los típicos golpes que le damos en la cesta de la compra, salvo que vayamos con mucho cuidado.
El plan de Boullosa, que tiene la pescadería en la calle José Solla, pasa por repartir de manera gratuita estos táperes un par de veces al año, con una capacidad para 2,5 kilos, que permiten hacer la compra para cuatro o cinco personas.
Una pescadería en el Mercado de la Boquería de Barcelona. ©iStock.
Actualmente que son una treintena de clientes los que recurren al táper de ida y vuelta, una costumbre en la compra a graneles que también han implementado no hace tanto supermercados e hipermercados como Carrefour, que permiten que los usuarios traigan sus táperes de casa.
El problema, como suele pasar con este tipo de iniciativas, es que también se depende de que el cliente sea muy escrupuloso con la limpieza de estos envases, procurando que no haya contaminaciones cruzadas y que siempre estén limpios cuando regresan a la pescadería.
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La iniciativa, cada día más al alza en torno al reciclaje y la sostenibilidad, topa con otros problemas cuando intentamos cambiar el formato de la compra si adquirimos productos demasiado grandes, piezas enteras o si, por ejemplo, fuéramos a una frutería, donde el formato del táper no sería tan necesario.
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