El butter chicken curry es uno de los platos más populares de la cocina india tras pasar por la influencia británica, siendo ya todo un clásico internacional. Lo mejor que tiene sin duda es la salsa especiada y melosa, y es facilísima de adaptar a un plato totalmente vegano, con garbanzos.
No solo es fácil, también es un plato muy rápido si se siguen los consejos de Vegan Richa, que adapta el también llamado murgh makhani a una alternativa sin productos animales. Para goce y disfrute de quienes sigan una dieta vegana, vegetariana, con alergias o intolerancias a lácteos, o simplemente quiera comer legumbres de una forma distinta. Merece la pena meterlo en el menú de cualquier familia.
Podemos simplificar usando solo mezcla de especias de curry que tengamos, o darle un toque picante con copos de chile o pimentón picante, y también podríamos hacer antes un sofrito de cebolla y enriquecer al final con una nata vegetal espesa, yogur de soja o mantequilla de frutos secos. Es tan simple que admite las complicaciones que nos apetezca probar.
Calentar a fuego muy suave un poco de aceite en una cazuela y tostar totas las especias y el jengibre hasta que suelten su aroma. Añadir los garbanzos escurridos, remover y dejar que se tuesten ligeramente, echar el tomate y remover para integrar.
Dejar que reduzca un poco el agua del tomate a fuego fuerte si no usamos passata e incorporar la leche de coco, bien agitada previamente. Dejar cocer a fuego medio-bajo hasta que espese al gusto.
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Con qué acompañar los garbanzos estilo butter chicken
La clásica guarnición de arroz basmati le irá de perlas, aunque también podemos simplemente servir los garbanzos con pan naan, un buen pan estilo chapati o el que más nos guste para mojar y rebañar. Podemos llevar a la mesa sésamo tostado, cacahuetes o almendras, cilantro fresco al gusto y lima para que cada comensal lo remate a su gusto.
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