Si eres como nosotros, amante de la lasaña por encima de cualquier otro tipo de pasta, entonces la receta de hoy te va a encantar. El relleno de calabacín, al que sumamos queso y pesto, es caballo ganador. Un plato perfecto para cuando apetece variar e ideal para quienes buscan introducir más verduras en su dieta.
Para darle un punch de sabor hemos incorporado un poco de pesto de albahaca al relleno. Lo podéis hacer en casa o usar el del supermercado. El primero es insuperable en sabor y permite adaptar las cantidades de sus ingredientes al gusto de cada cual, pero la comodidad del segundo es indiscutible.
Sea como fuere, esta lasaña de calabacín es exquisita. La ausencia de salsa bechamel en favor de la de tomate es un acierto ya que resulta más ligera. Además el tomate y los ingredientes del relleno casan a la perfección, dando como resultado un plato de lo más elegante. ¿Te animas?
Pelamos y picamos finamente la cebolla y los dientes de ajo. Calentamos un fondo de aceite de oliva virgen extra en una cacerola y los pochamos a fuego suave durante 10 minutos.
Mientras tanto lavamos y rallamos los calabacines. Los colocamos en el interior de un trapo limpio y escurrimos todo el agua que puedan contener antes de agregar a la cacerola. Rehogamos un par de minutos e incorporamos el ricotta, la mitad del manchego rallado, el pesto y la nata agria. Condimentamos con el tomillo, sal y pimienta negra al gusto.
Cocemos las placas de pasta siguiendo las instrucciones del fabricante y procedemos a montar la lasaña. Cubrimos la base de un molde rectangular con una capa de salsa de tomate y colocamos encima una capa de pasta. Extendemos sobre ella una capa de relleno.
Repetimos la operación cuantas veces sea necesario hasta agotar el relleno y terminando con una capa de pasta. Cubrimos con el resto de la salsa de tomate y con el queso manchego rallado que hemos reservado.
Cocemos en la parte superior del horno, precalentado a 220ºC con calor arriba y abajo, durante 15 minutos. Si la superficie no estuviera suficientemente dorada, encendemos el gratinador para darle el toque deseado. Dejamos reposar 5-10 minutos antes de servir.
Con qué acompañar la lasaña de calabacín
Esta receta de lasaña de calabacín es perfecta como plato único, no requiere de acompañamiento alguno. Aunque quizás os apetezca servirlo después de una ensalada ligera o unos aperitivos variados. Es perfecto para alimentar a la familia completa de una sentada y contentar a todos.
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