Nunca deberían sustituir a la legumbre en su forma natural, pero la pasta de lentejas es un formato original y diferente con el que podemos dar variedad a nuestros menús cotidianos, siempre teniendo muy en cuenta que nunca sabrá como la pasta de harina tradicional. Tiene muchas ventajas nutricionales y es perfecta para vegetarianos o dietas sin gluten.
Para darle más apariencia de pasta podemos suavizar el sabor a pura legumbre tratándola como si fueran macarrones o hélices corrientes, combinándola con una buena salsa y gratinándola en el horno. En esta receta de pasta de lentejas rojas con pisto y soja conseguimos un plato completísimo, que puede ser vegano si sustituimos el queso por una bechamel vegetal, por ejemplo.
La idea de esta sencilla receta es partir ya de un pisto preparado, que siempre nos puede arreglar una comida o cena en un santiamén. Podemos usar cualquier receta que nos guste, como el pisto murciano, manchego, el sencillo de pimientos y tomate, o incluso un ratatouille francés. En su defecto, siempre hay buenas conservas en el mercado para tener en la despensa.
Poner a remojo la soja texturizada con agua o caldo tibio, teniendo en cuenta que aumentará mucho su volumen. Mantener al menos 15 minutos y escurrir muy, muy bien, estrujando el agua sobre un colador fino.
Mientras tanto, poner a calentar abundante agua con sal para cocer la pasta de lentejas siguiendo las instrucciones del paquete, procurando dejarla al dente o sacándola uno o dos minutos antes. Escurrir muy bien y mezclar con un chorrito de aceite para que no se pegue.
Calentar un poco de aceite en una cazuela o sartén amplia (será más cómodo si podemos luego meterla al horno) y dorar a fuego fuerte la soja con un poco de sal, pimienta y orégano o tomillo. Añadir el pisto y el tomate concentrado, remover, regar con el vino (opcional) y mantener la cocción a fuego suave. Si estuviera muy seco, diluir con un poco de agua.
Añadir la pasta cocida y mezclar para que quede impregnada con la salsa de manera homogénea. Llevar a una fuente para el horno si la sartén no fuera adecuada y cubrir con abundante queso, un poco de pan rallado y pimienta. Gratinar en el horno hasta que el queso esté bien fundido y añadir orégano al gusto.
Con qué acompañar la pasta de lentejas con pisto y soja
Según el tamaño de las raciones que sirvamos, esta pasta de lentejas rojas gratinada puede ser perfectamente un plato único bien saciante, aunque podemos tomarlo de segundo o, simplemente, acompañado de una ensalada ligera. Un poco de pan en la mesa es más aceptable que si estuviéramos tomando pasta de harina, para sumar una ración de hidratos de carbono y terminar de redondear el menú.
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