Los fines de semana siempre apetece cenar pizza, pero si no queremos pedirla a domicilio o tirar de precocinados, hay una alternativa de lo más sencilla: la pizza de pan
Este plato es una versión rápida de la pizza tradicional, ideal para esos fines de semana en los que apetece algo rico y un poco gochete sin complicarse la vida en la cocina. Además, es una forma estupenda de aprovechar ese pan que te ha sobrado y que no quieres desperdiciar.
La pizza de pan se prepara con ingredientes básicos que, seguramente, ya tienes en tu cocina: rebanadas de pan, tomate triturado, queso rallado y tus ingredientes favoritos para la cobertura.
Para empezar, simplemente tuesta ligeramente las rebanadas de pan y, a continuación, extiende el tomate triturado por encima. Añade el queso rallado y los ingredientes que más te gusten, como champiñones, jamón, aceitunas o pimientos. Finalmente, mete las rebanadas en el horno durante unos minutos hasta que el queso esté derretido y dorado. ¡Y ya está! Tu pizza de pan estará lista para devorar.
Aunque no se trata de la opción más saludable del mundo, la pizza de pan es un capricho que podemos permitirnos de vez en cuando, especialmente si la cargamos con ingredientes frescos y variados. Además, al emplear pan en lugar de una base de pizza tradicional, podemos controlar el tamaño de las porciones y reducir el consumo de calorías.
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Esta receta ofrece múltiples posibilidades. Puedes optar por un pan integral o de cereales para aportar más fibra, o incluso probar con un pan sin gluten si sigues una dieta específica. Además, las combinaciones de ingredientes son prácticamente infinitas: desde una versión vegetariana con espinacas y ricotta hasta una pizza de pan más gourmet con jamón serrano y rúcula.
Para culminar esta cena festiva, te sugiero maridar tu pizza de pan con un vino tinto joven y afrutado, como un Rioja o un Ribera del Duero. También puedes optar por una cerveza si prefieres una bebida más refrescante. ¡Que aproveche!
