La clave de una vida sana está en la combinación de alimentación equilibrada, actividad física adecuada, descanso y salud mental, parcelas que solemos plantearnos por separado, por mucho que interactúen entre sí. Pero la industria ha visto un filón en las llamadas tendencias healhty y ya asoma el nuevo modelo de negocio aún por explotar, el restaurante-gimnasio. Acaba de abrir en Madrid y no tenemos dudas de que será un más probable éxito.
Es el nuevo local de Superfuüd, marca nacida en 2020 que aprovechó el tirón de los servicios de comida a domicilio en plena pandemia para abrir poco después su primer local físico en Madrid. Propiedad de MEEU (Madrid Exposiciones y Eventos Urbanos), proyecto a su vez de la compañía internacional Grupo Alonso, Superfuüd surgió como propuesta de comida saludable "valorando tanto el origen de los ingredientes que consumen como el placer de disfrutar sabores auténticos". Y como su propio nombre ya sugiere, poniendo énfasis en los mal llamados superalimentos que protagonizan toda su carta, supervisada por una nutricionista.
El nuevo local que acaba de abrir en pleno centro de Madrid cuenta con una novedad que podríamos calificar como el colmo de la obsesión por la vida sana, pues no solo toda la oferta gastronómica gira en torno al concepto de lo 'healthy', sino que cuenta además con su propio gimnasio boutique. En qué se diferencia de un gimnasio 'normal' suponemos que será por el aire moderno y rompedor con el que plantean el nuevo modelo de negocio.
No es ni mucho menos el primer gimnasio con oferta de restauración, si bien hasta ahora el concepto era a la inversa, un espacio para practicar ejercicio y deporte que se complementa con alguna cafetería o similar. Ahora la idea es que puedas quemar calorías antes de sentarte a comer, teóricamente sin "malas tentaciones" para saciar el apetito o recuperar energías después del ejercicio.
El concepto en sí es positivo, animando a mantenerte activo y después a comer sano en función de tus necesidades, pero quizá el planteamiento no es el más adecuado. Por experiencias conocidas podemos afirmar que esta manera de focalizar tanto la atención en lo que debe ser una vida healthy y fitness -términos de los que se abusa innecesariamente- puede derivar o acentuar trastornos alimentarios, de malas relaciones con la comida, la obsesión por el ejercicio o lo saludable.
Unas lentejas de toda la vida son sanas y no necesitan superalimentos
Defendemos que es posible llevar una alimentación sana disfrutando de platos deliciosos, pero eso se puede hacer perfectamente con recetas y alimentos de toda la vida. No hace falta que una nutricionista diseñe un menú lleno de ingredientes que están de moda cuyas supuestas propiedades son además más que cuestionables. La propia carta de la cadena demuestra que en la cocina tradicional tenemos joyas sabrosas y sanas como unas lentejas guisadas, que si te las haces en casa seguro te salen mucho más baratas.
Menos ético resulta vender batidos 'desintoxicantes' o incluir ingredientes innecesarios, que subirán los precios de la carta, como el macu macu, la espirulina, el açaí, la maca, la inulina, la chlorella, las bayas de goji o el hongo reishi. De difundir mensajes tóxicos como que puedes volverte "adicto" a algo saludable animando a "pecar sin miedo", con postres supuestamente sin azúcar pero con miel o dátiles (azúcares), mejor ni hablamos.
No existen los superalimentos; una alimentación equilibrada basada en la cocina de siempre con ingredientes cotidianos es más que suficiente para llevar una vida sana sin obsesionarse, con caprichos puntuales como un dónut de verdad si te apetece de vez en cuando. No es buena idea ir al gimnasio con la idea de compensar lo que comerás después; practica deporte por salud y para sentirte bien.
Imágenes | Superfuüd
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