Circulan muchas teorías sobre cómo debe redactarse y presentarse el currículum perfecto, pero apostamos a que ningún experto de turno recomendaría la extrema sinceridad y el tono dicharachero con el que se han topado en el restaurante O Lar das Artes de San Pedro de Matamá (Vigo).
El local, autodenominado como 'asador cultural' especializado en brasas y con actuaciones en directo, busca personal tras la campaña de verano y entre los currículos recibidos estos días hay uno que destacaba por encima de todos los demás. Aunque no precisamente por sus brillantes habilidades o su curtida experiencia. El documento, escueto y usando una plantilla gratuita fácil de encontrar en redes, básicamente se concentra en ofrecer su total entrega y en dejar claro que es muy ocurrente y gracioso.
Como presentación apenas da pinceladas básicas, lo que todo futuro jefe quiere leer y oír: "Soy una persona proactiva, me gusta cocinar y no tengo reparos ni ningún tipo de manía, cocino cualquier cosa, como si es carne humana". No pone condiciones ni limitaciones de ningún tipo respecto a lo que los jefes pidan, pero avisa de que tiene síndrome de Tourette: "por eso no me puedo poner nervioso pero raramente me da, no se preocupen".
En sus habilidades empieza bien ("gran cocinero, puntual, sentido del humor") y termina añadiendo peculiaridades como "cachondo mental, humor negro, amoroso", incluyendo un corazón con los colores de la bandera LGTBIQ+. La formación directamente se la salta al mantener el texto predeterminado de la plantilla, y pasa a tres experiencias laborales en el mundo de la hostelería, dos de camarero y una de parrillero, describiendo en breves párrafos lo que parecen mini relatos cómicos o partes de un monólogo de comedia.
Los responsables del restaurante, probablemente sin dar crédito, compartieron el grotesco currículo con @soycamarero, quien tras publicarlo en redes, como era de esperar, lo ha viralizado en pocas horas.
Tras dudar unos días sobre si se trataría de una broma, o si era un candidato real que apostó por esta curiosa forma de hacerse destacar, el propietario de O Lar das Artes se aventuró a contactar con el aspirante. Al final resultó ser lo que todo hacía sospechar, una broma inocente perpetrada por dos amigos con el único fin de echarse unas risas entre todos.
"Lo bueno de todo esto es que finalmente creo que los terminare contratando a Jaime de monologuista y a Iban para que me lleve el marketing del local!!!!", comenta con humor el hostelero.
Imagen | O Lar das Artes