La olla programable es un robot de cocina presente en muchas casas de Estados Unidos y buena parte de Europa, pero apenas se conoce en España.
Se trata de una olla a presión, electrónica, en la que se puede controlar con precisión la temperatura, lo que permite utilizar un sinfín de técnicas que se pueden combinar entre sí: saltear, freír, cocinar a la plancha, con diferentes presiones, a baja temperatura…
Quizás la marca más conocida de ollas programables es Instant Pot, un invento del informático chino afincado en Canadá Robert Wang, que cuenta con una legión de seguidores en Norteamérica. Pero esta no es la única olla programable del mercado y, de hecho, en España, existe desde hace décadas una veterana alternativa nacional: la Olla GM.
Una olla con mucha historia
Los últimos modelos, las ollas H y H Deluxe (la que hemos probado) salieron al mercado a finales del pasado año, pero la primera versión del aparato vio la luz a finales de los años 90, mucho antes de que Wang inventara su Instant Pot.
La inspiración de sus creadores fueron las arroceras asiáticas, que hicieron programables y adaptadas al tipo de cocina europeo. El producto, que se ofertaba sobre todo como regalo promocional de bancos o periódicos, fue un éxito y supuso el germen de lo que hoy es Cecotec, la empresa conocida ya como “el Xiaomi valenciano”.
Aunque la Olla GM pueda ser desconocida para el gran público, es una aparato que cuenta con una nutrida red de seguidores, que comparten sus recetas en blogs y grupos de Facebook.
Además, como explican desde Cecotec, las recetas de Instant Pot (que se cuentan por miles en páginas estadounidenses) son totalmente trasladables a la Olla GM, pues las funciones son prácticamente las mismas. Solo hay que tener en cuenta que su cubeta alcanza la temperatura indicada en menor tiempo, algo que apenas afecta a muchas de las recetas, pero que requiere de ajustes en algunas elaboraciones.
Contenido de la caja
La caja de la Olla GM H Deluxe incluye la olla, la cubeta antiadherente excelsior (que se puede meter en el lavavajillas), un vaso medidor, un cucharón, una bandeja de horneado un cestillo de freír, y un manual con recetario.
Una de las ventajas evidentes de la la olla es su tamaño: aunque tiene una capacidad de 6 litros (suficiente para dar de comer a familias numerosas) no es mucho mayor que una olla exprés convencional con esa capacidad. Y, teniendo en cuenta que puede hacer las veces de freidora, olla a baja temperatura o arrocera, este es un aspecto muy a tener en cuenta.
El vaso medidor y el cucharón no tienen gran utilidad, pero sí el cestillo y la bandeja de horneado, como luego veremos.
Cecotec Olla programable GM Modelo H Deluxe. Programable 24 Horas con Capacidad de 6 litros. Incluye función báscula e innovadora Tapa Advance, abatible y más cómoda para liberar la presión.
Cuestión aparte es el manual, la bestia negra de todos los productos de Cecotec. Estamos ante un aparato bastante complejo de utilizar, con muchísimas funciones, y accesorios adicionales, al que cuesta pillarle el truco, y al que le habría venido bien unas instrucciones más completas.
El manual explica los rudimentos de la máquina, pero no se detiene a detallar siquiera las características de cada modo de cocinado, cuyas particularidades tendremos que descubrir por nuestra cuenta.
Cómo funciona la olla GM
La olla cuenta con 16 funciones de cocinado: turbo, a presión, al vapor, guiso, fuego lento, escalfar, confitar, fermentar, pan, postre, arroz, pasta, plancha, sofreír, freír y horno.
Estas funciones vienen con programas predeterminados, de tiempos, temperaturas y niveles presión, pero casi todos son a su vez regulables. Así, por ejemplo, el programa de arroz tiene un nivel tres de presión (de cuatro), 110º C y 8 minutos de tiempo, pero el propio recetario invita a cocinar el arroz blanco durante solo 5 minutos.
Esta posibilidad infinita de opciones, a veces contraintuitivas, es un escollo para aprender a usar la máquina, y un problema para los usuarios menos duchos en cocina, pero es en realidad la gran ventaja de la olla y lo que la convierte en un instrumento sorprendente. Hay tantas opciones de personalización que se puede hacer de todo, con resultados notables.
El aparato calcula, además, a la cantidad de comida presente en la cubeta para adaptar el precalentamiento a esta: los tiempos empiezan a contar desde el momento en que se alcanza la temperatura y presión elegidas, lo que conlleva una mayor precisión en el cocinando. También se puede programar el cocinado con antelación, para tenerla lista la comida a una hora determinada, una opción que al final se usa poco, pero puede ser útil para algunas familias.
Con la olla GM se puede hacer cualquier elaboración de olla exprés (más rápido que en la mayoría de cocinas, pues la cubeta se calienta muy deprisa), pero además se puede utilizar como sartén o freidora.
La olla cuenta, además, con dos accesorios adicionales, para utilizar las funciones de horno y cocina a baja temperatura, que también se pueden utilizar con la tapa de la olla a presión, pero sin resultados tan interesantes.
Manos a la obra
Para empezar a utilizar la olla GM lo más fácil es preparar algunas de las recetas incluidas en el manual, que son de largo lo mejor del mismo.
Aunque es un recetario limitado –hay solo 71 elaboraciones–, son platos bastante socorridos, en general bien explicados y qué funcionan. Y, además, dado lo poco claro del manual, nos ayudaran a entender qué se puede hacer realmente con la máquina.
Hemos probado gran parte de las funciones de la olla, en el transcurso de casi cuatro meses, pandemia de por medio, en los que hemos aprendido todos los trucos del aparato. Y estos han sido los resultados.
Cocina a presión
La olla incluye varios programas de cocina a presión, divididos en las funciones “turbo”, “a presión”, “al vapor” y “guiso”. En todas ellas se cierra la tapa y la válvula, pero cambia la presión y la temperatura. Las funciones “turbo” y “a presión”, serían el equivalente a los dos aros de una olla rápida, la cocina “al vapor” está pensada para calentar rápido el agua y cocinar los alimentos sobre una rejilla y la función de guiso para cocinar de forma convencional, a menor temperatura y con poca presión.
Todos estos modos se pueden combinar, además, con las funciones para freír en la propia cubeta: así podemos hacer primero un sofrito o marcar la carne, para luego echar agua o caldo, poner el programa de presión y finalizar de nuevo con un programa que nos permita reducir la salsa.
En definitiva, podemos hacer lo mismo que en una olla a presión, pero con un control más preciso de la temperatura y los tiempos.
Durante nuestras pruebas cocinamos unas estupendas carrilleras con la función turbo, que quedaron súper tiernas con solo 30 minutos de cocción; unas lentejas estofadas con chorizo, con la función “a presión”, también muy ricas y unas alcachofas al vino con la función de “guisar” que también quedaron ricas. No hay quejas.
Arroz y pasta
Las arroceras eléctricas, un instrumento omnipresente en Asia, son el antecedente directo de este tipo de ollas, por lo que no es de extrañar que este sea uno de sus puntos fuertes.
El arroz blanco queda, sencillamente, espectacular, y se cocina en solo 5 minutos. Es similar al que hacíamos en casa con la receta de arroz blanco olla expres pero aún más rápido y con la comodidad de no tener que vigilar siquiera el cocinado. Es una función verdaderamente útil.
No se puede decir lo mismo del modo “pasta”. Esta función está concebida para cocer la pasta junto a sus ingredientes, sin utilizar ningún utensilio adicional. Probamos a hacer unos macarrones con chistorra del manual y, aunque son comestibles, no tiene ningún sentido utilizar la función si puedes cocinar la pasta aparte y añadirla a la salsa como toda la vida.
Freír
Las altas temperaturas que alcanza la cubeta sirven también para cocinar a la “plancha”, “sofreír” y “freír”. Las dos primeras funciones son sobre todo útiles para utilizar antes o después de cocinar un guiso, pero también sirven para usar la olla como si de una sartén se tratara. La tercera nos permite convertir con bastante éxito la olla en una freidora.
Esta función es interesante pues permite hacer frituras sin necesidad de tener un aparato adicional, y controlando mucho mejor la temperatura que en una sartén. En nuestras pruebas hicimos unas alitas de pollo y quedaron estupendas.
El aparato viene con un cestillo pensado especialmente para freír y, aunque no es muy cómodo y no tiene demasiada capacidad, cumple su cometido.
Confitar, escalfar y cocina a baja temperatura
El preciso control de la temperatura permite utilizar también la olla GM como si de una Crock-Pot se tratara. La totalidad de las recetas pensadas para olla de cocción lenta se pueden realizar con las funciones de “confitar”, “escalfar” y “fuego lento”.
Nosotros confitamos unas alcachofas, siguiendo los tiempos de la receta para olla convencional, y nos quedaron de lujo.
Cubeta Slowpot para Olla GM
Aunque se pueden usar estas funciones con la cubeta que viene con la olla, se puede adquirir, además, una cubeta cerámica, con tapa de vidrio, para emular (ahora sí, por completo) las funcionalidades de una Crock-Pot.
Panes, postres y horneado
Por último, la olla cuenta con varias funciones para hacer hacer panes y repostería, para los que se deben combinar los modos “fermentar”, “pan”, “postre” y “horno. Estas, básicamente, son las funciones que permiten convertir la Olla Gm en una panificadora (pero también en yogurtera).
El modo “fermentar” permite acelerar los procesos de levado de las masas y los de “pan”, “postre” y “horno” cocinar estas a diferentes temperaturas.
Para lograr buenos acabados finales, y conseguir que se doren las elaboraciones, es necesario contar con el cabezal de horno, un accesorio que sustituye a la tapa de la olla con una resistencia que funciona a modo de grill y tiene un precio de 34 euros.
Cabezal de horno para olla GM
Esto permite convertir la olla GM en un horno donde hacer cualquier elaboración que nos permita, claro, su reducido tamaño.
Nosotros cocinamos unos bollos preñaos, que aparecen en el manual, y quedaron francamente bien. Primero se fermenta la masa y luego, con el menú horno, se cocinan.
Precio y modelos
La Olla GM es un electrodoméstico muy versatil, pero además asequible. El modelo H está en oferta por 99 euros, el H Deluxe cuesta 129,90 y el modelo H Ovall, como el deluxe pero con 8 litros de capacidad, tiene un precio de 169 euros.
Cecotec Olla programable GM Modelo H Deluxe. Programable 24 Horas con Capacidad de 6 litros. Incluye función báscula e innovadora Tapa Advance, abatible y más cómoda para liberar la presión.
Cecotec Olla programable GM Modelo H. Programable 24 Horas,Capacidad de 6 litros, Tapa abatible,Sistema Inteligente de cocción,11 temperaturas, 5 presiones Ajustables,Control por Voz
Después de haberlo probado, nos parece interesante contar con la cubeta excelsior, que viene incluida en la Olla GM H Deluxe (no en la ovall): tiene un antiadherente brutal, se calienta muy rápido y se limpia fácilmente. Funciona, en definitiva, de maravilla, y sirve para todo.
La cubeta se puede comprar por separado, a 39 euros, pero merece la pena optar por el modelo H Deluxe, que incluye esta, además de algunas funciones adicionales, como báscula y pantalla LCD.
En la web de las Ollas Gm hay además todo tipo de packs con combinaciones de las distintas ollas y accesorios para estas.
Conclusión
La olla GM nos ha sorprendido muy gratamente. Aunque es un poco complejo aprender a utilizarla, estamos ante un electrodoméstico sorprendente, que combina las funcionalidades de una olla exprés, una olla de cocción lenta, una freidora, una panificadora y una arrocera en un solo aparato.
Las funciones de horneado son quizás las menos útiles si contamos con un horno convencional, pero cobran todo el sentido si tenemos la olla GM en una segunda residencia o nos la llevamos de camping, una opción nada desdeñable, pues podemos tener casi todos los electrodomésticos de casa en uno.
Si bien la olla GM no es un robot de cocina que nos facilite tareas más complejas como amasar o picar, es un instrumento ideal, sobre todo, para cocinas pequeñas, pues permite sustituir con solvencia las funcionalidades de varios electrodomésticos a la vez, sin ocupar más espacio.
Teniendo en cuenta que cuesta poco más que una olla rápida es, además, un gran sustituto de esta, pues nos permite hacer lo mismo pero con un mejor control de la presión, la temperatura y los tiempos.
Es, en definitiva, un aparato todoterreno que estamos seguros será cada vez más habitual en nuestras cocinas.
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