Yo no suelo empanar mucho, pero nunca falta el pan rallado en mi despensa. Aprendí de mi padre que te puede solucionar una comida rápida en un momento si tienes además algo de pasta y queso, más los ingredientes que ya le quieras echar. Más tarde aprendí que es una "técnica" muy común para cocinar platos sencillos de pasta, como estos tortiglioni con anchoas, alcaparras y pan rallado al pimentón.
En realidad podría usarse otra variedad de pasta que no tuviera agujero, como unos sencillos espaguetis o tallarines. El caso es que tengo debilidad por esta especie de macarrón gordo cilíndrico con estrías en espiral, y me gusta que las alcaparras se escondan dentro para explotar en la boca. La receta es sencilla, así que para triunfar con ella apostad por ingredientes de buena calidad.
Cocer la pasta en abundante agua hirviendo con sal, siguiendo las instrucciones del paquete para dejarla al dente. Escurrir bien guardando parte del agua de cocción, y reservar.
Calentar un par de cucharadas de aceite de oliva en una sartén amplia y añadir el pan rallado con el pimentón ahumado y el picante. Cocinar, removiendo de vez en cuando, durante unos 2-3 minutos, hasta que coja colorcito y aroma. Mientras, cortar las anchoas en piezas pequeñas y picar fino el ajo.
Retirar el pan rallado a un plato, agregar un poco más de aceite y añadir a la misma sartén las anchoas troceadas, el ajo y las alcaparras. Remover un par de minutos y agregar las hierbas provenzales y ralladura y zumo del limón. Cocinar un minuto y echar medio vaso del agua de cocción de la pasta.
Añadir la pasta cocida a la sartén, remover bien y dejar que coja los sabores durante uno o dos minutos. Si se desea, añadir más agua reservada, aunque no debe quedar caldoso. Añadir un buen golpe de pimienta negra recién molida y servir con queso tipo parmesano.
Con qué acompañar los tortiglioni
Este plato de tortiglioni con anchoas, alcaparras y pan rallado al pimentón es perfecto para esos días en los que no queremos complicarnos mucho en la cocina. Yo lo acompañé de una ensalada, pero si estamos especialmente hambrientos se puede servir alguna proteína de segundo plato. O preparar un buen postre para terminar de darnos el homenaje.
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