Se está acercando el día de nochebuena y a los que nos toca confeccionar la cena estamos un poquito estresados. Primero el pensar lo que se va a degustar esa noche, luego comprarlo y por último, cuando llegue el día, elaborar los platos, que esa noche son varios. En tal vorágine puede que alguna de las preparaciones se nos queden un poco líquidas; como es bien conocido, podemos espesarlas con harina o patata pero si nos encontramos sin ellas, podemos utilizar el pan como espesante.
Si así fuese el caso podemos utilizar pan rallado simplemente añadiéndolo a la preparación, dejándolo que se disuelva en el hervor. Otra forma que podemos emplear es con pan tostado, que si no tenemos, podremos confeccionarlo con sobras del pan del día anterior, tostándolo en el horno. Haríamos lo mismo, lo añadiríamos a la preparación y dejaríamos que se disuelva bien el pan.
Espero que no os ocurra el imprevisto de una salsa muy líquida, que siempre es un fastidio, pero si así fuere, no desesperéis y ya sabéis podéis recurrir al pan para que quede mejor ligada.