La idea de comer dentro de un cine, no es precisamente de mi agrado. Sin embargo, una cadena de cines en Nueva York a comenzado a ofrecer cenas gourmet en sus salas. Ante la noticia, me pregunto si me gustaría asistir a una de esas cenas de alta cocina dentro de un cine.
Cuando voy a una sala de proyecciones, me gusta disfrutar de la película y no quiero perderme ni una pequeña parte de la interpretación distraído por los ruidos de bidones de palomitas y refrescos de tamaño imposible. Por eso me da cierto repelús escuchar noticias como ésta.
Hace tiempo os habló mi compañera Esther de comer un menú gourmet dentro de un cine, y yo mismo me hice eco de otra posibilidad de cenar dentro de un cine que ya se estaba llevando a la práctica en Florida en la la cadena de cines de lujo iPic Theaters.
Parece que la crisis del cine ha despertado el ingenio de los empresarios, que han ido viendo reducido el número de asistentes cada año, como consecuencia del aumento de calidad de las emisiones por internet, los televisores de plasma de cada vez más tamaño y la mejora de la calidad de emisión en HD.
Así en Nueva York, los cines Nitehawk están ofreciendo unas cenas de calidad gourmet acompañadas de cócteles a un precio de 95 dólares por persona. Estos menús se adaptan a los diferentes títulos proyectados de forma que los chef diseñan los platos que van a ofrecer en función de la película proyectada.
La primera película elegida ha sido Amélie, para la cual el menú comenzó con un Croque madame con trufas negras rociado con vino prosecco. El menú continuó con chicharrones, mejillones a la bretona, crêpes de pato y foie gras, todo platos de la cocina francesa.
Con este tipo de iniciativas, los cines tratan de diferenciarse de su competencia que solamente ofrece palomitas, nachos con queso, caramelos y otros productos similares. La sala está preparada para 60 butacas, dadas las necesidades que requiere el servicio de una cena durante la proyección.
Personalmente, me parece solamente una curiosidad, una excentricidad más. El otro día, mientras veía la película de La cocinera del Presidente y disfrutaba con las imágenes de los diferentes platos, reconozco que deseaba probarlos y casi puedo decir que no paré de salivar durante la proyección.
Pero si hubiera tenido que comer los platos mientras veía la película, estoy seguro de que me habría perdido un montón de detalles maravillosos tanto del trabajo de los actores como del trabajo del chef que hubiera preparado ese menú basado en la película.
En mi opinión, no tiene mucho sentido disfrutar de una cena de alta cocina dentro de un cine, porque o estás al caldo o a las tajadas, como sabiamente indica nuestro refranero popular, pero igualmente estoy seguro de que este tipo de opciones también tendría su público. Y a vosotros, ¿qué os parece? ¿Os gustaría una cena de alta cocina dentro de un cine?
Vía | El economista Fotos | Mcatarifa en Flickr | Ciclonebill en Flickr En Directo al Paladar | La cocinera del Presidente. Una película que emociona En Directo al Paladar | Comer de cine. Libro