El descorche es ya un servicio conocido. Se trata de una relación de confianza entre restaurador y cliente, en la cual la casa permite y facilita que el comensal pueda aportar un vino de su propiedad a la comida que se realiza en dicho local. Un gesto que no está popularizado, pero que para los grandes aficionados a la enología que poseen buenos caldos en casa es un aliciente, ya que no dependerán de una carta de vinos ajena.
En contrapartida, el restaurante puede cobrar una cantidad establecida en concepto de servicio. Sobra decir que no se trata de ahorrar en la cuenta final, sino de aportar un vino singular y especial, quizá mimado durante tiempo en bodega propia, o fruto de un obsequio de altura.
En España se realiza pero no es una práctica habitual, más bien terreno de unos pocos restaurantes. Fuera de nuestras fronteras se ha creado BYO Wine Club, un club asociado con un buen número de los mejores restaurantes de Londres para facilitar que sus miembros puedan llevar sus propias botellas, sin sufrir excesivos cargos en la cuenta por este concepto. El club ha visto la luz en este mes de junio y esperan poder contar con más de cien restaurantes colaboradores a final de año.
El socio aporta 99 libras al año, unos 120 euros, y debe evitar llevar vinos que estén en carta, entre otras lógicas condiciones que evitan la picaresca. Veremos si pronto cunde el ejemplo y tenemos un club similar por nuestras tierras, pues entendidos y sabedores de buenos vinos que seguro abrazan la iniciativa no nos faltan.
Vía | Sopa de ganso
Más información | BYO Wine Club
Imagen Vía | Joe Shlabotnik en Flickr
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