El restaurante Serendipity 3 es uno de los locales más famosos de Nueva York, y también uno de los más exclusivos. Situado entre la segunda y la tercera avenida, en pleno centro de Manhattan, el local ha sido frecuentado por personalidades de la talla de Marilyn Monroe, Jacqueline Kennedy o Andy Warhol que, cuentan, era habitual del local antes de que se hiciera famoso.
Aunque la carta del restaurante es como la de cualquiera cafetería americana típica, con ensaladas, pastas, sándwiches, batidos y hamburguesas, su precio es mayor, sobre todo si optas por alguno de los platos más exclusivos.
En octubre de 2014 se presentó el que está considerado por Guinness World Records como el sándwich más caro del mundo. El bocado, que tiene un precio de 214 dólares (unos 178 euros al cambio) y responde al nombre de The Quintessential Grilled Cheese, está compuesto de dos rebanadas de pan de molde elaborado con champán Dom Perignon y está relleno de Caciocavallo Podolico, un excelente (y raro) queso del sur de Italia, que podríamos calificar como una mezcla entre parmesano y manchego. Apenas 25.000 vacas producen la leche específica que se necesita para elaborar el queso, y solo lactan durante dos meses por año.
Después de untarse con mantequilla, el pan se cepilla con una mezcla de aceite de trufa blanca y copos de oro de oro comestibles de 23 quilates, lo que le agrega un toque crujiente adicional. Tras pasar por la plancha, los bordes se recubren también de oro.
El sándwich se sirve con una salsa de tomate con trozos de bogavante de Sudáfrica.
La hamburguesa destronada
Serendipity 3 también sirve la que era considerada la hamburguesa más cara del mundo, hasta que fue superada en 2011 por el restaurante Juicys Foods, también de Estados Unidos, que ofrece a sus cavernícolas clientes una hamburguesa de 352 kilos por 5.000 dólares.
La creación del restaurante neoyorquino, Le Burger Extravagant, sigue no obstante en carta, al módico precio de 295 dólares, y no desmerece a su sándwich. El bocado contiene carne de buey Waygu japonesa, mantequilla de trufa blanca a las diez hierbas, sal del mar del Pacífico ahumada, queso cheddar de 18 meses, trufa negra, un huevo de codorniz y mantequilla de trufa blanca. Pero lo que realmente hace subir el precio es el mondadientes de oro sólido incrustado de diamantes que mantiene la hamburguesa unida.
Si quieres postre, saca la cartera
Aunque el opulento sándwich de queso y la lujosa hamburguesa son las última creaciones del restaurante que aparecieron en el libro Guiness de los récords, no fueron las primeras que llegaron a él.
En 2004, para celebrar su cincuenta aniversario, Serendipity 3 presentó el que fue considerado en su día el postre más caro del mundo, que cuesta la friolera de 1.000 dólares.
El Golden Opulence Sundae, que así se llama el invento, está hecho con tres bolas de helado de vainilla de Tahití, infusionado con vainilla de Madagascar, cubierto con hojas de oro comestible de 23 quilates, rociado con el chocolate más caro del mundo, Amedei Porcelana, y cubierto con trozos de chocolate Chuao, elaborado con granos de cacao de la costa de Venezuela.
Para rematar, el helado está cubierto con frutas exóticas confitadas en París, brochetas de oro, trufas y cerezas de mazapán y se acompaña de un pequeño bol con Grand Passion Caviar, un caviar de postre elaborado con American Golden sin sal, de un brillante color dorado.
El plato se sirve en una copa de cristal Baccarat valorada en 350 dólares (forrada con más hojas de oro de 23 quilates) y una cuchara de oro de 18 quilates en el lateral. Al menos la vajilla te la puedes llevar de recurdo.
Si estás pensando en probar el sándwich, la hamburguesa o el helado una advertencia: debes avisar al restaurante con 48 horas de antelación para que lo tengan todo dispuesto.
Imágenes | Serendipity 3/Guinnes World Records
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