De pequeño pasaba la Semana Santa en el chalet de mi abuela en el pueblo, y de aquellos días tengo algunos recuerdos nítidos, como llevar un cirio en las procesiones o que mi abuela nos pidiera que no comiéramos carne los viernes, algo que me ha llevado a reflexionar y a recopilar qué alimentos están prohibidos en cada religión.
El Cristianismo es bastante laxo en estos temas, y se reduce a guardar abstinencia de carne en determinadas fechas y algunos ayunos puntuales, pero otras religiones, como el Islamismo, el Hinduismo y, sobre todo, el Judaísmo, son más estrictas en cuanto a sus prohibiciones. En esta serie de artículos veremos qué no podríamos comer en cada una de esas religiones, empezando por el Islamismo.
Alimentos prohibidos por el Islamismo
Las prohibiciones del Islamismo en el campo de la alimentación se pueden resumir toscamente en que no está permitido comer cerdo ni beber alcohol, siendo el Corán bastante claro al respecto:
Se os prohíbe comer la carne del animal que haya muerto de muerte natural, la sangre, la carne de cerdo y la de un animal que se sacrifique en nombre de otro que Dios; no obstante quien se vea obligado a hacerlo en contra de su voluntad y sin buscar en ello un acto de desobediencia, no incurrirá en falta. Es cierto que Dios es Perdonador y Compasivo […] Corán 2.173
Te preguntan sobre el vino y el juego de azar. Di: En ambas cosas hay mucho daño para los hombres y algún beneficio, pero el daño es mayor que el beneficio. Y te preguntan qué deben gastar. Di: Lo superfluo. Así os aclara Alá los signos ¡Ojalá reflexionéis! Corán 2.2196
El término que se utiliza para referirse a los alimentos aceptados según la Sharia, la ley islámica, es Halal, un termino más amplio que hace referencia al conjunto de prácticas permitidas por la religión musulmana, pero asociado especialmente a los alimentos. Los alimentos que no son considerados Halal reciben el nombre de Haram.
Existen unas directrices para que un alimento sea considerado Halal (podéis saber más en este artículo de la FAO), que se pueden resumir en tres puntos, que el animal no forme parte de la lista prohibida, que sea sacrificado vivo (no se acepta la carroña) en nombre de Alá por un matarife musulmán cualificado y que se sacrifique de un corte limpio en el cuello con un cuchillo afilado que no se separe del animal durante el sacrificio, seccionando la tráquea, el esófago y las principales venas y arterias.
Existen cada vez más carnicerías halal en nuestro país, y también carnicerías y supermercados tradicionales que ofrecen carne halal a sus clientes. Sobre estas carnes y carnicerías existe un control que garantiza que el sacrificio se ha hecho siguiendo los preceptos del Islam y que durante su manipulación no se ha mezclado con carne no halal.
En las directrices de la FAO no hay mención alguna de que deba hacer el sacrificio con la cabeza del animal orientada hacia La Meca, pero es algo que sí hace mención el Instituto Halal donde podéis encontrar más información al respecto, pues además del cerdo hay muchos otros animales prohibidos, algunos poco comestibles a priori (como tigres o águilas) y otros que son considerados manajares en varios sitios, como el cocodrilo o la ranas. La lista completa según la FAO es la que sigue:
- Cerdos y jabalíes.
- Perros, serpientes y monos.
- Animales carnívoros con garras y colmillos, como leones, tigres, osos y otros animales similares.
- Aves de presa con garras, como águilas, buitres y otras aves similares.
- Animales dañinos como ratas, ciempiés, escorpiones y otros animales similares.
- Animales a los que el Islam prohíbe matar, por ejemplo, hormigas, abejas y pájaros carpinteros;
- Animales que en general se consideran repulsivos, como piojos, moscas, gusanos y otros animales similares.
- Animales que viven tanto en la tierra como en el agua, como ranas, cocodrilos y otros animales similares.
- Mulas y burros domésticos.
- Todos los animales acuáticos venenosos y peligrosos.
- Todo animal que no haya sido sacrificado con arreglo a la ley islámica.
- La sangre.
También están prohibidos los aditivos y productos procedentes del cerdo (como la gelatina) pero también hay aditivos prohibidos de otros animales, como de la piel de vaca, la grasa de pez, huesos de animales e incluso algunos procedentes de la leche de vaca, por lo que para seguir estrictamente las directrices del Corán y la Sharia hay que estar atento a muchas más cosas que evitar la carne de cerdo y encontrar carnicerías Halal certificadas. Por si os interesa, esta es una lista de aditivos no halal:
- E-120, E-153, E-203, E-213, E-227, E-270, E-282, E-322, E-325, E-326, E-327, E-333, E-341a, E-341b, E-341c, E-404, E-422, E-441, E-470, E-471, E-472a, E-472b, E-472c, E-472d, E-472e, E-473, E-474, E-475, E-476, E-477, E-481, E-482, E-483, E-542, E-626, E-627, E-628, E-629, E-631
El Ramadán
Además de seguir las directrices de la Sharia durante todo el año, los musulmanes practican el Ramadán, un ayuno diario de comida y bebida desde el alba hasta que se pone el sol, y que se practica durante el mes del mismo nombre, que es el noveno mes del calendario musulmán. Este ayuno es considerado un método de autopurificación para potenciar la reflexión, la generosidad y el autocontrol.
Están obligados a practicar el ayuno todos los adultos sanos y residentes (que no estén de viaje), tanto hombres como mujeres, si bien a estas se les prohibe ayunar durante la menstruación y están exentas durante el embarazo o el puerperio (después del parto). Los menores de edad no están obligados a ayunar, pero se aconseja que a los padres que vayan acostumbrando a sus hijos.
También se permite no ayunar y pagar la compensación a ancianos débiles, enfermos crónicos o aquellos que ejerzan trabajos duros. Por otro lado, se permite romper el ayuno y recuperar los días desayunados a enfermos de los que se espera pronta recuperación, en casos de hambre o sed severas y al que está de viaje, siempre que sea al menos la misma distancia por la que se le permite acortar las oraciones y rezarlas juntas.
Imágenes | Pixabay y Daniel Lobo En Directo al Paladar | Receta de ensalada fatuch