Tijeras de cocina, el utensilio que casi todo el mundo tiene pero pocos valoran: por qué merecen la pena y cuáles son las mejores

Por muy deficiente o minimalista que sea el menaje de una cocina, raro será el hogar que no disponga de, al menos, un par de tijeras. Su calidad y estado ya es otro cantar. Este práctico utensilio es imprescindible en las cocinas profesionales pero a menudo se infravaloran a nivel doméstico, cuando pueden hacernos la vida mucho más fácil.

Quizá por considerarse una herramienta tan común, no invertimos lo suficiente en ellas. Los modelos más básicos resultan tan económicos que parece más rentable renovarlas a medida que se estropean -una costumbre poco sostenible, por otro lado-, pero que nos impide aprovecharlas al máximo. No todas las tijeras tienen lugar en la cocina, ni todas las tijeras de cocina ofrecen las mismas funciones.

¿Qué son las tijeras de cocina?

Todo el mundo sabe qué son unas tijeras: un utensilio formado por dos hojas, normalmente de acero, cruzadas que siven para cortar. El tamaño, el diseño, la forma y la capacidad de corte determinan su uso específico, pues nadie usa las mismas tijeras para manualidades de papelería, para telas o para cortarse las uñas.

Las específicas de cocina buscan priorizar la ergonomía y la capacidad de corte con una hoja ancha y borde afilado. Además presentan el eje de giro más alejado de lo habitual de las asas, para así ofrecer una mayor capacidad de fuerza al cerrarlas. Generalmente tienen un tamaño de unos 20-25 cm de largo, aunque hay modelos más grandes y más pequeños, para tareas más concretas.

Suelen combinar una hoja más ancha y otra más fina, una de ellas muy afilada, como un cuchillo, con la otra habitualmente dentada o microdentada. Juntas, facilitan un corte limpio y recto, evitando que se deslicen los alimentos o el material que se está cortando.

En la cocina el acero inoxidable es imprescindible para asegurar un trabajo eficaz, prolongar la durabilidad y evitar problemas de higiene o sanitarios. Así, se pueden afilar como si fueran cuchillos, y son fáciles de limpiar, si bien algunas combinan un agarre de plástico u otro material para buscar una mayor comodidad.

¿Para qué sirven? Todo lo que pueden cortar (y más usos)

La presencia de las tijeras en la cocina no solo es útil para abrir envases, cortar cartón o el papel del horno. De hecho, son mucho más prácticas como utensilio culinario, complementando a nuestro juego de cuchillos.

Unas buenas tijeras son capaces de cortar de un plumazo la piel, la carne y los huesos de las aves de forma limpia y precisa. Resultan mucho más útiles cuando queremos despiezar un pollo entero que el cuchillo, especialmente para retirar el hueso central. También sirven para limpiar y trocear pescados y mariscos, trocear carnes más duras y para cortar las partes más gruesas y fibrosas de las verduras.

Con las tijeras nos ahorraremos sacar la tabla de cocina para picar unas hierbas frescas y podemos emplearlas para trocear hortalizas de hoja, cortar pasta fresca casera, picar vegetales o preparaciones como el chucrut y el kimchi, y también para abrir, cortar y trocear frutas frescas y secas, como dátiles o ciruelas pasas.

También son estupendas para recortar masas de hojaldre, brick, brisa, filo, empanadillas... y retirar limpiamente el exceso sobrante de un molde en quiches y tartas dulces y saladas. Lo mismo se aplica a la hora de recortar fiambre, embutidos y lonchas de queso.

Si las tijeras son más pequeñas o con la punta más fina, serán nuestras aliadas para tareas que requieran un acabado más preciso y delicado, como manipular ciertos pescados o hacer recortes pequeños en masas. Nos permitirán perfilar el acabado de unas galletas o pastas donde el molde no cumplió bien su función, o podremos recortar partes más feas de verduras de hoja.

Y resultan sorprendentemente útiles para abrir huevos y evitar así los molestos trocitos de cáscaras rotas. Imprescindibles para la apertura de huevos de codorniz, tan delicados, cuando queremos freírlos o pocharlos intactos.

Pero hay más: unas tijeras de cocina de calidad a menudo están diseñadas para usarlas también como cascanueces, abrelatas, abridor de botellas de rosca o chapa, y para romper y abrir crustáceos duros como cangrejos y langostas.

Qué tener en cuenta para elegir las mejores

Evidentemente, las tijeras de uso profesional siempre nos darán más garantías. La gama de precios puede variar mucho, y con razón. Un cocinero que pasa horas despiezando pollos querrá confiar en unas tijeras fuertes y precisas que duren muchos años. En casa podemos invertir en unas de gama media, pero prestando atención a ciertos detalles para elegir bien.

• Tamaño. El mencionado anteriormente, de unos 20-25 cm, se considera estándar y válido para todo tipo de usos. Aunque siempre será buena idea adquirir al menos dos modelos, con un juego de tijeras mucho más reducidas para tareas más delicadas.
• Material. Fundamental que sean de acero inoxidable, y de calidad. Si nos resulta incómodo el metal en la zona de agarre, podemos elegir unas tijeras que tengan el mango cubierto con un material más suave, aunque puede dificultar la limpieza y tiende a estropearse.
• Hojas afiladas. Otro aspecto clave; si las tijeras no cortan bien, serán inútiles. Hay que pensar en ellas como el mejor cuchillo, capaz de atravesar la carne sin esfuerzo y de cortar hierbas frescas de forma limpia, sin destrozar las fibras.
• Tamaño y forma de las hojas. Salvo los modelos pequeños de precisión, las tijeras de cocina deben contar con hojas grandes y robustas, de mayor tamaño la superior. Una punta más afilada ofrece, en general, mayor versatilidad.
• Microperforaciones. Pueden presentarse en una hoja, en ambas o en ninguna. Si las llevan, lo importante es que no sean un mero adorno y ayuden a sostener el alimento o material durante el corte.
• Ergonomía. Las tijeras deben ser cómodas de usar. Los buenos modelos cuidan mucho el diseño para que la mano no se canse ni se resientan los músculos tras un uso continuado, aunque puede depender mucho de cada persona. Nos pueden interesar tijeras con dedales asimétricos si vamos a usarlas para tareas más duras que requieran hacer una mayor fuerza.
• Tornillo. Si es removible, nos permitirá limpiarlas y afilarlas mucho mejor.
• Tope. La separación entre los dedales debe ser segura para no hacernos daño en la mano.
• Extras. Como ya hemos mencionado, hay tijeras que presentan algunos acabados específicos para abrir nueces o botellas, normalmente con un espacio dentado curvo entre las hojas y los dedales.

Cómo escoger las tijeras que más nos convienen (y modelos recomendados)

Lo habitual a nivel usuario es que necesitemos unas tijeras multifuncionales, casi una navaja suiza de la cocina. Querremos por tanto invertir una suma razonable que nos proporcione un buen uso y durante mucho tiempo, si las cuidamos bien. Pero también vamos a ver algunos modelos de tijeras más específicos para usos muy concretos.

En España destaca la veterana marca Tres Claveles, especializada en tijeras, cuchillos y utensilios similares. Además de modelos profesionales, tiene en su catálogo tijeras de excelente calidad pensadas también para uso doméstico.

Este es el ejemplo de modelo multiusos perfecto: de 20 cm de largo diseño ergonómico, fabricadas en acero inoxidable forjado en caliente y con las hojas separables. Estas tijeras además incluyen el diseño concreto para usarlas como cascanueces, abre tarros y descapsulador.

Si vamos a darles mucho uso, y en tareas que requieran cierta fuerza habitual, quizá nos interese más -o además- un modelo de uso profesional. Con el mismo tamaño pero un diseño de dedales asimétricos, estas tijeras están concebidas para largas sesiones constantes de cocinado, especialmente para cortar alimentos más duros como carnes y aves.

Para los hogares de gustos más marineros, o que quieran animarse a preparar más en casa el pescado y no tener que pedirlo en la pescadería, unas tijeras específicas para este producto pueden ser una gran inversión.

También de Tres Claveles es este modelo especializado, de hojas robustas y largas, con dedales forrados en plástico para un uso más cómodo. Se pueden usar para otros alimentos, pero lo ideal sería destinarlas solo para el pescado y marisco, evitando así además la contaminación cruzada.

Otra popular casa de cuchillos, tijeras y demás utensilios, Arcos, cuenta con un modelo multiusos perfecto para cualquier hogar que no busque tareas muy específicas. Con 20 cm de largo, hojas de acero inoxidable y dedales de polipropileno, para ofrecer un agarre más suave y cómodo, destacan las perforaciones de la hoja inferior que buscan un mayor agarre de los alimentos.

La conocida marca alemana de menaje Zwilling tiene unas populares y versátiles tijeras multiusos de buena relación calidad precio. También de acero inoxidable de gran calidad, con abridor, mantienen un tamaño de unos 20 cm de largo y dedales simétricos, en este caso de plástico resistente para falicitar la comodidad y ergonomía.

Para trinchar y despiezar aves existen diseños más especializados, con un diseño totalmente distinto. Las baratas no suelen dar buenos resultados, así que tendremos que pensar si realmente cocinamos y despiezamos aves enteras con tanta frecuencia en casa.

Una buena marca de materiales y acabados fiables es la alemana Würsthof, cuyas tijeras para trinchar tienen un tamaño de 26 cm y están fabricadas enteramente en acero inoxidable. Con las características ojas curvas muy afiladas, y un agarre sin dedales, para ejercer mejor la presión, se pueden usar con todo tipo de aves.

La casa japonesa Kai, fabricante de excelentes cuchillos, tijeras y otros utensilios asequibles para el bolsillo medio doméstico, cuenta con un modelo más pequeño de tijeras perfectas para tareas más precisas y delicadas. Con 16,5 cm de largo y unas hojas más delgadas y afiladas, pueden ser un buen complemento para cualquier cocina. Además vienen con funda protectora.

Y la misma marca cuenta con unas buenas tijeras multiusos pero concebidas específicamente para zurdos. De 21 cm, con un agarre dergonómico recubierto de silicona, los dedales presentan un diseño ergonómico que busca facilitar el uso con la mano izquierda, sin perder precisión en el corte de todo tipo de materiales.

Llaman la atención las tijeras multicorte para hierbas -y otros usos-, con unas cinco hojas paralelas para, supuestamente, acelerar el proceso de picar hierbas, hojas, tallos o hasta fiambre. Incluyen generalmente un pequeño cepillo limpiador, pues acostumbran a acumular suciedad en los huecos de las hojas.

Son curiosas y cumplen su función, pero nos parecen bastante prescindibles. Para cortar rápidamente, por ejemplo, cebollino, bastará con juntar varias ramitas y usar una tijeras normales. El acabado del filo no suele ser muy bueno en estos modelos, y limitan mucho su uso.

Elijamos las tijeras que elijamos, es importante cuidar su uso y mantenimiento. Todos estos modelos son aptos para cortar también materiales y envases -aunque las de trinchar no son muy recomendadas-, pero no es mala idea destinar unas más económicas para esos menesteres. Solemos descuidar más el uso de las tijeras cuando recurrimos a ellas para romper o abrir envases con impaciencia.

Siempre hay que lavarlas bien inmediatamente después de usarlas, secándolas a conciencia, extremando las precauciones con el filo de las hojas también a la hora de guardarlas. Revisar y afilar las hojas de forma periódica alargará su vida útil y, como con los cuchillos, nunca hay que usar unas tijeras para cortar diferentes alimentos en la misma sesión sin limpiarlas correctamente.

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