Cuando te encuentras con fruta ya peligrosamente madura y además te invande un irrefrenable antojo de chocolate, no hay nada como preparar un postre que además puede ser nutritivo y sin azúcares añadidos. No vamos a decir que este dulce es un bizcocho, pues la textura no tiene nada que ver con esas migas esponjosas, pero es un pastel intenso, sabroso y jugoso, casi como un brownie pero menos mazacote y pesado, y además apto para intolerancias.
Hemos adaptado una receta original de dulcementenadia en Instagram, quien lo preparó originalmente en microondas y usando solamente plátanos, además de avena. En este caso hemos combinado dos frutas, plátano y peras conferencia muy maduras, usando una combinación de harinas sin gluten y bajas en hidratos, quinoa y avellanas. No añadimos nada de azúcar ni edulcorante; cuanto más madura esté la fruta, más dulce saldrá.
Puedes usar otra combinación de frutas que te guste o cambiar esas harinas por otras sin gluten, usando por ejemplo almendra molida que es más fácil de encontrar (aunque la avellana combina deliciosamente bien con el chocolate). El tiempo de horneado hay que vigilarlo, pues dependerá mucho del estado de la fruta, del molde y del propio aparato; la idea es que no quede muy seco, para conservar esa jugosidad del interior.
Precalentar el horno a 180ºC con calor arriba y abajo, y preparar un molde de fondo desmontable de unos 20 cm de diámetro (si es más pequeño quedará más gordito, y si es más grande más finito). Recomendamos forrar el fondo con papel sulfurizado y engrasar los laterales.
Pelar la fruta y pesarla para obtener los 500 g, retirando el corazón y semillas en el caso de las peras o manzanas. Triturar hasta obtener un puré homogéneo (puede quedar algún grumito). Añadir los huevos, la mantequilla de cacahuete, la vainilla y la leche, y triturar de nuevo.
Añadir el cacaco en polvo, la levadura química, la harina sin gluten y la avellana o almendra molida, y volver a triturar lo justo hasta que quede una masa homogénea, sin grumos secos. Añadir el chocolate picado o en chips, y remover.
Verter la masa en el molde con cuidado, dar unos golpecitos suaves para igualar bien la superficie y romper las burbujas más grandes, y llevar al horno. Hornear durante unos 45-50 minutos, o hasta que al pinchar en el centro con un palillo salga casi limpio. Debe quedar jugosito, no seco como un bizcocho.
Esperar un poco fuera del horno antes de desmoldar y dejar enfriar completamente sobre una rejilla, o hasta que esté solo ligeramente tibio.
Con qué acompañar el pastel de chocolate
Al no ser un bizcocho esponjoso como tal, este pastel de chocolate sin azúcar se puede tomar ligeramente tibio, aunque gana en sabor cuando ha reposado un poco, y coge casi textura de brownie tras envolverlo en plástico film y dejarlo en la nevera. Su intensidad es perfecta para maridarlo con café aromático -si somos de sabores amargos-, con una horchata bien fría o con nata montada. Hace muy buena pareja con frutos rojos, fresas al natural o en compota o mermelada casera.
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