Para tener un desayuno muy tierno, solo necesitaremos unas rebanadas de este pan dulce que os traigo hoy. Un poco de mermelada casera por encima y los desayunos se volverán el mejor momento del día.
Esta receta tradicional de bollería, a medio camino entre pan clásico y un brioche es perfecta para hacer y congelar en rebanadas. Después un golpe de tostador y tendremos un pan dulce delicioso para cualquier momento de antojo. No es complicada, tan solo hay que esperar los tiempos de reposo para que leve la masa, por lo que más que dificultad lo que necesitaremos será tiempo, pero el resultado vale la pena.
En un bol preparamos la esponja. Para ello hacemos una mezcla con la harina, el agua, la leche y la levadura disuelta en ella. removemos con una cuchara de madera hasta unir los ingredientes y dejamos reposar en un lugar templado, tres horas.
Una vez fermentada la esponja, ponemos en un bol o en el vaso de una amasadora si la tenemos, el resto de la harina, el resto de la leche con el resto de la levadura disuelta, la sal, el azúcar y el huevo ligeramente batido. Le agregamos la esponja que teníamos reservada.
Comenzamos a amasar hasta que veamos que la masa se despega de las paredes, como unos 10 minutos a velocidad media si disponemos de una Kitchen Aid. Si hacemos la masa a mano, una vez integrados los ingredientes comenzamos a amasar en la encimera ligeramente aceitada con un poco de aceite de girasol para no añadir más harina a la masa.
Añadimos la mantequilla a temperatura ambiente, bastante blanda, pero no derretida y seguimos amasando hasta que esté incorporada y la masa haga "velo", es decir que al coger un trocito de masa y estirarla con los dedos, esta consiga estirar sin romperse. Dejamos entonces la masa en un bol tapado con un paño durante una hora y media en lugar templado.
Una vez pasado el tiempo, en la encimera aceitada boleamos ligeramente la masa, dejamos reposar de nuevo 20 minutos. Una vez pasado el reposo le damos forma ovalada, la pintamos con un poco de huevo rebajado con agua al 50 % y dejamos fermentar una hora y media más.
Precalentamos el horno a 170 grados, con una cuchilla afilada hacemos unos cortes al pan, le colocamos azúcar ligeramente humedecido por encima y un poco de granillo de almendra crudo. Horneamos durante 20 minutos.
Con qué acompañar el pan dulce
Como os comentaba al principio de la receta, este pan dulce está impresionante solo y simplemente mojado en vuestro café o vaso de leche, pero si queréis darle algo más de sabor, una buena mermelada casera le pondrá el broche de oro a este pan dulce en vuestros desayunos.