La OCU ha analizado 136 muestras de arroz de diversas variedades, así como productos derivados como las tortitas dietéticas, cereales de arroz hinchado o papillas, para determinar los posibles riesgos de ingesta de arsénico. El informe concluye que pueden contener pequeñas cantidades de arsénico inorgánico; a pesar de estar por debajo de los límites máximos, la organización advierte que podrían ser excesivos si se consume este cereal en grandes cantidades habitualmente, y alerta sobre todo en el caso de niños.
Que el arroz tiene arsénico de forma natural es algo que ya sabemos desde hace tiempo, y no es el único alimento en el que está presente. La evidencia científica ha demostrado que su consumo en determinadas dosis puede suponer un riesgo para la salud, por lo que ya en 1987 fue clasificado como cancerígeno en humanos con otros posibles efectos tóxicos diversos.
Debido a ello, la UE evaluó el riesgo por exposición a través de la dieta por en el año 2004, y recientemente la EFSA ha reevaluado los niveles de arsénico máximos permitidos para que no supongan un peligro para la población general. A pesar de ello, la OCU ha querido comprobar el riesgo real en alimentos de consumo cotidiano, y pide aumentar los controles.
Arroz integral y tortitas, los que más arsénico contienen
El análisis de la organización concluye que es el arroz integral la variedad de arroz que muestra mayor presencia de arsénico inorgánico, seguido de las tortitas de arroz, consideradas aún como un alimento dietético, aunque no son nada saludables y los expertos desaconsejan su consumo. Precisamente por su contenido en este contaminante hay que evitar dárselas a los niños menores de seis años, como señala Beatriz Robles.
Fuente: OCU.
La OCU también ha encontrado esta sustancia, en menor cantidad, en el arroz blanco común, en los cereales del desayuno de arroz inflado y en algunas papillas de cereales instantáneos con arroz, "lo suficiente para que dos raciones superen el límite máximo diario admisible para un bebé de seis meses", advierten. No es el caso de los tarritos con purés y alimentos tipo potitos, donde no se ha encontrado arsénico, o es tan leve que es indetectable.
Puesto que no se ha podido fijar un punto de referencia toxicológico para el arsénico, las autoridades han establecido una estimación a la baja del punto de referencia toxicológico, sobreestimando el riesgo. Aunque las cantidades detectas son inferiores a los límites de la normativa, la OCU advierte de podrían ser excesivos si se toma como referencia el valor de 0,3 µg diarios por kilo de peso corporal, especialmente si se consume arroz integral casi diariamente.
Qué es el arsénico y cómo reducir su ingesta
El arsénico es un metaloide presente en la naturaleza de forma natural con formas orgánicas e inorgánicas. Es el arsénico inorgánico - formas As (III) y As (V) o la combinación de ambos- el que supone un riesgo potencial tóxico mayor, y la principal fuente de exposición humana es a través de la ingesta de alimentos y agua.
Para reducir su consumo, la OCU recomienda apostar por una dieta variada que no dependa en exceso del arroz en ninguna de sus formas, combinándolo con otros cereales y pseudocereales. Además, como explican en Vitónica, el arsénico se puede reducir lavando al menos dos veces el arroz crudo y cociéndolo en gran cantidad de agua, que después conviene enjuagar y siempre desechar, nunca reutilizarla para otros platos.
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