Siete trucos y consejos para mantener tu fregadero en perfecto estado de revista

Ya lo hemos oído mil veces. Nuestro fregadero puede tener más bacterias que el inodoro de casa, y no hablemos de las bayetas y esponjas con las que fregamos los cacharros o repasamos la encimera. Como además de las razones sanitarias y de higiene a todos nos gusta tener la cocina bien limpia, aquí os dejo estos siete trucos y consejos para mantener tu fregadero en perfecto estado de revista.

Como los fregaderos suelen estar húmedos, y muchas veces tienen migas, restos de comida o los usamos para que escurran alimentos que tenemos en coladores, etc, son un campo perfecto para la proliferación de bacterias. Por ese motivo, la limpieza del fregadero debería ser una cuestión importante para nosotros, más allá de hacer una mera retirada de los restos o darle una pasada ocasional.

A lo largo del día estamos usando el fregadero de forma casi continua: cada vez que llenamos un vaso de agua, cada vez que aclaramos un plato o un vaso, con independencia de que tengamos o no lavavajillas, siempre usamos el fregadero. También lo usamos para arrojar los caldos de cocción cuando escurrimos la pasta u otros ingredientes, cuando lavamos las verduras, etc.

Por ese motivo, aunque no nos demos cuenta, las posibilidades y riesgo de que se acumulen bacterias es bastante grande. Por suerte, no es complicado limpiarlo, y basta con poner en práctica algunos trucos y consejos que os cuento a continuación.

Cómo mantener tu fregadero limpio

1. No dejes que se acumulen restos de comida

Sabemos que da pereza ponerse a limpiar y recoger justo al terminar de comer, pero ya que es algo que vamos a tener que hacer sí o sí, es preferible dedicar diez minutos a pasar y enjuagar los platos, que dejarlos unas horas en remojo con sus restos de alimentos pegados. Eso es una invitación para que todo tipo de bacterias y contaminantes proliferen.

Al menos, darles un buen enjuagado en el momento, ayudará a evitar la aparición de gérmenes y bacterias, y además nos hará más fácil la tarea de lavar los platos y cacerolas cuando lo vayamos a hacer.

2. Una vez vacío el fregadero, no lo dejes así

Darle un buen "fregoteo" con abundante jabón, y seguidamente un aclarado, hará que todo tenga un aspecto estupendo de nuevo. El olor a limpio que notaremos enseguida y se extenderá por la cocina, será la mejor recompensa por haber hecho ese pequeño trabajo.

Esta tarea no nos va a llevar más de dos minutos y la diferencia es grande. Al terminar, podemos pasar un papel de cocina para retirar las gotas de agua y sacar el brillo al fondo y las paredes del fregadero, que son siempre las grandes olvidadas.

3. No olvidar el desagüe o sumidero

Es una de las partes más importantes ya que por ahí se cuelan los restos de comida, y éstos pueden desprender olores o causarnos atascos. Además de limpiarlo bien, podemos comprobar que no quedan restos enganchados, retirándolos en su caso.

4. Usad tapones filtrantes para el sumidero

Una de las mejores adquisiciones para mi desagüe fue este tapón que permite que pase el agua y retiene los restos sólidos. No valen más de dos euros en tiendas de "todo a 100" y vienen estupendamente. Eso sí, no olvidéis fregarlo también, en especial en la zona de la goma que tiene en la parte inferior.

5. Cada dos o tres días, un poco de lejía

El poder limpiador y desinfectante de la lejía, puede ayudarnos a mantener limpio el fregadero. De vez en cuando, cada dos o tres días, paso una bayeta empapada de lejía y añado un chorrito tirándolo por el desagüe. Esto nos deja tranquilos y el resultado se nota.

6. Cuida de las bayetas y estropajos

Si el fregadero puede ser un cúmulo de bacterias y gérmenes, no debemos olvidar las bayetas y estropajos que usamos cada día. En el caso de la bayeta, es importante aclararla y enjugagarla bien, escurriendo para que no quede con agua, después de cada uso.

En cuanto al estropajo, después de su uso también debemos limpiarlo, y una vez terminado, añadir un chorrito de detergente lavavajillas, que con su efecto desinfectante y antibacterias impedirá que se desarrollen en su interior.

En todo caso, al menos en mi casa, cada día echamos a lavar bayetas y estropajos cambiando por otros limpios. En la lavadora, con los trapos y otros elementos de limpieza quedan perfectos en un programa corto a alta temperatura.

7. Hay que ser constantes

La limpieza del fregadero no lleva mucho tiempo, pero hay que hacer un mantenimiento, tanto a la hora de cocinar, manteniendo recogido lo que vamos manchando, como a la hora de comer, recogiendo los platos y evitando dejar montones acumulados. Cinco minutos tras cocinar y otros cinco tras comer, no es mucho trabajo, y la diferencia salta a la vista.

Con estos siete trucos y consejos para mantener vuestro fregadero a prueba de revista y libre de gérmenes y bacterias, podréis estar tranquilos. Y vosotros, ¿cómo lo hacéis? ¿Tenéis algún truco o consejo que contarnos al respecto?

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