No es de extrañar que una elaboración tan clásica como es la mousse de limón presente tanta versiones, porque es un postre bien rico. Con yogur, con leche condensada, sin huevo o sin lácteos, la mousse ligera o la rápida son algunas de ellas. Todas geniales, eso seguro, pero ninguna como la receta clásica de mousse de limón, la más auténtica y deliciosa de todas.
Nuestra guía para casos como este, en que necesitamos confirmar la autenticidad de una receta, es el libro de cocina Larousse Postres, en el que encontramos la receta clásica de mousse de limón, la fórmula básica.
Deliciosa y etérea, esta receta es sencilla, pero requiere de tiempo. Tiene como base una crema de limón y un merengue italiano que, una vez listos, solo hay que mezclar y ¡a correr! Si queréis ahorrar algo de tiempo, también podéis hacer la mousse de limón en Thermomix.
Empezamos por la crema de limón, que necesita reposar un par de horas en la nevera antes de poder ser utilizada. Rallamos el limón y medio y exprimimos su zumo. Mezclamos junto con el huevo y el azúcar en un cuenco y cocemos al baño María hasta que empiece a espesar. Colamos, añadimos la mantequilla y removemos bien. Dejamos atemperar antes de guardar en la nevera.
Para el merengue italiano calentamos el agua y el azúcar en un cacito hasta alcanzar entre 126-135ºC. Con una batidora eléctrica montamos la clara de huevo a punto de nieve de "pico blando", es decir, que no esté demasiado firme. Sin dejar de batir, a velocidad media, añadimos el almíbar en forma de hilo. Paramos cuando el merengue se haya enfriado un poco.
Remojamos la hoja de gelatina en agua fría durante 10 minutos (la receta original indica tres hojas de gelatina, pero queda demasiado dura para nuestro gusto así que nos hemos permitido esta pequeña licencia). Rallamos el limón y exprimimos su zumo, que calentamos hasta llegar a ebullición. Escurrimos la gelatina y la disolvemos en el zumo caliente. Añadimos una cucharada de crema de limón y removemos. Repetimos la operación para enfriar la mezcla lentamente y evitar que la gelatina forme grumos.
Vertemos esta mezcla en el resto de la crema de limón y removemos hasta homogeneizar. Agregamos el merengue italiano y luego la nata montada, removiendo con paciencia y suavidad, de abajo a arriba, hasta incorporar. Repartimos en seis vasitos y dejamos reposar en la nevera durante un mínimo de una hora o hasta el momento de servir.
Con qué acompañar la mousse de limón clásica
Por lo general los postres no necesitan de acompañamiento alguno para disfrutarlo al 100% y con esta mousse de limón clásica no hacemos excepción. Está deliciosa tal cual y es el broche de otro perfecto de cualquier comida, de celebración o no. Ideal para los amantes de los sabores cítricos. Si tienes, puedes decorar con hojitas de hierbabuena o menta.
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