El pudin de castañas es el postre perfecto para los días frescos otoñales. Su textura suave y cremosa, combinada con el sabor dulce y terroso de las castañas, lo convierte en una opción irresistible para cualquier ocasión.
Esta receta es sencilla de preparar y sorprenderá a tus invitados por su cremosidad y sabor a castañas de temporada que celebra uno de los ingredientes más icónicos del otoño.
Con su textura sedosa y un sabor suave y ligeramente dulce, este postre de castañas es ideal para quienes buscan algo reconfortante al final de una comida. La simplicidad de su preparación y su delicado sabor lo hacen perfecto tanto para cenas familiares como para ocasiones especiales. El secreto está en utilizar para la mezcla del pudin castañas naturales y un poco de puré de castañas que realce aún más ese sabor tan característico.
Primero haremos un corte en la piel de las castañas para cocerlas durante 25 minutos y poder pelarlas fácilmente.
Derretimos en una cazuela la mantequilla y la dejamos hasta que alcance una tonalidad dorada, cocemos las castañas con la mantequilla hasta que queden un poco tostadas.
Agregamos la nata líquida, y el azúcar, cocemos un par de minutos antes de triturar, y retiramos la cazuela del fuego.
Agregamos a los huevos unas gotas de esencia de vainilla, y batimos para agregarlos a la mezcla de castañas poco a poco y sin dejar de remover. Incorporamos el puré de castañas y removemos de nuevo hasta obtener la mezcla del pudin.
Preparamos el caramelo líquido en una cazuela mezclando el agua con el azúcar hasta que quede de una tonalidad dorada oscura.
Cubrimos el molde del pudin con una capa de caramelo, vertemos la mezcla de castañas y lo cocemos al baño María durante 50 minutos con el horno precalentado a 150ºC. Pasado el tiempo de coción, retiramos el pudin del baño María y lo dejamos que se temple a temperatura ambiente antes de pasarlo a la nevera. Una ves esté frío del todo, podemos desmoldar y servirlo.
Con qué acompañar el pudin de castañas
Como este postre es ideal para la sobremesa, nuestra recomendación es combinarlo con unos copetes de nata montada y servirlo con un café americano.
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