Procuro tener siempre hechas galletas caseras, para que mis hijos se las lleven para desayunar en el segundo recreo. Casi nunca hago las mismas, pero estoy segura de que esta receta de galletas extra crujientes la repetiré, pues les ha gustado mucho.
En lo único que debemos tener cuidado con esta receta es en la conservación. Como esta masa queda muy crujiente, para que no se ablande es necesario guardar las galletas en un recipiente de cierre hermético. Se conservan una semana perfectamente.
Empezamos poniendo en un bol la mantequilla ablandada a temperatura ambientecon el azúcary batimos con las varillas eléctricas hasta conseguir una mezcla blanquecina. Añadimos el huevo y removemos hasta integrarlo.
Tamizamos la harina con la levadura y la añadimos a la mezcla anterior, con la leche, sin dejar de remover. Disponemos la masa en una superficie plana, entre dos hojas de papel sulfurizado y la estiramos con el rodillo. La guardamos en la nevera 1 hora.
Cortamos la masa con el cortapastas elegido. Disponemos las galletas sobre una bandeja de horno forrada engrasada, separadas, y las cocemos a horno precalentado a 170ºC unos ocho minutos o hasta que se doren. Esperamos que se templen, las despegamos del papel sulfurizado y las dejamos enfriar sobre una rejilla.
Con qué acompañar las galletas extra crujientes
Como os he comentado, esta receta de galletas extra crujientes la preparé para el desayuno de mis hijos, pero para una merienda, acompañadas de un gran vaso de leche fría, están igual de deliciosas. Implicad a los más pequeños dejándoles elegir el cortapastas, veréis lo felices que los haréis.
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