Cada nuevo bar o restaurante que montan intenta competir en originalidad con su vecino, ya sea en decoración o tipo de comida que sirven, lo cierto es que ya estamos acostumbrados a comer en locales de todo tipo montados en viejas fábricas, graneros e incluso garajes. Seguro que casi todo el mundo ha comido en un avión, aunque sea la bolsita de cacahuetes que hace un tiempo nos regalaban, pero la verdad es que la comida allí la asociamos a ir volando y como una maniobra de despiste para que se nos pase el tiempo más rápido.
Otra cosa es ir a propósito, sin tener que viajar y sentarnos en un avión a comer como Dios manda, con mesa y mantel. Eso es lo que se les debió ocurrir a estos hosteleros en distintas partes del mundo cuando supieron aprovechar viejos aviones de desguace para montar sus locales de comidas o bares de copas. Eso sí, todos cerca de donde era su antiguo lugar de trabajo, los aeropuertos.
Como ejemplo citar los más reconocidos por los turistas gastronómicos. En el aeropuerto de Estocolmo encontramos el Jumbo Bar, donde un viejo 747 se ha convertido en hostal con un bar situado en la cola del aeroplano, donde incluso en el verano se permite a los visitantes una atracción única, caminar al aire libre por el ala izquierda del avión. En el aeropuerto de Coventry en Gran Bretaña se encuentra el restaurante llamado DC 6, con cuarenta asientos para comer donde te plazca, incluso en el fuselaje del avión y un bar de cócteles en la cabina del piloto. Es el más nuevo de este tipo de establecimientos.
En Zúrich, Suiza, citar el Runway 34, aquí un viejo avión soviético forma parte de la decoración de este conocido restaurante situado en las afueras del aeropuerto al final de la pista 34, de ahí su nombre. El interior del avión es un salón destinado como sala de fumadores. Los norteamericanos no iban a ser menos con esta moda y ya se han montado el Solo´s Airplane Restaurant en el aeropuerto de Colorado Spring, donde la pieza central de este restaurante es un Boeing KC-97 americano. El local en si cuenta con casi trescientos asientos de los cuales cuarenta y dos estarían dentro del avión, aquí se podría comer rodeado de multitud de objetos referentes a la historia de la aviación.
Estos son una muestra de los más conocidos y es que esta moda se está extendiendo y cada vez son más los que ven en los aviones en desuso un reclamo para el turista gastronómico que no le llega con viajar sino que desea dormir y comer en un avión, eso sí, en tierra firme.
Imagen | Coreforce
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