El truco de Karlos Arguiñano para que no se te desparramen los huevos fritos

Los huevos fritos están buenos de cualquier forma, eso es evidente. Con unas patatas fritas, con un poco de arroz blanco o por sí solos, con un poco de pan, son una comida o cena de diez.

Sin embargo, hacer bien unos huevos fritos no es tan sencillo. A priori no hay más que echar un huevo crudo en una sartén con el aceite caliente y ahí ya empieza a gestarse un milagro tan sabroso como barato.

De hecho, se trata de uno de los platos favoritos de Karlos Arguiñano, que además nos ha dejado una clave bastante sencilla en su programa para explicar cómo conseguir que los huevos fritos no se desparramen al freírlos.

Es evidente que un huevo frito, aunque se desparrame, va a seguir estando igual de bueno. Sin embargo, si nos ponemos puntillosos —casi necesario cuando hablamos de huevos fritos—, seguramente prefiramos que el huevo quede bien recogido.

Además, con el truco que da el popular y televisivo Karlos Arguiñano parece que hacer los huevos fritos más perfectos que existen es más fácil que nunca. De hecho, uno de los problemas de hacer bien huevos fritos suele ser el miedo que tenemos al verterlos sobre el aceite caliente.

Cómo conseguir que los huevos fritos no se desparramen

Hacerlo a demasiada altura suele provocar que el huevo se rompa y que se desmorone, eliminando así su codiciada y jugosa yema. Insistimos en que para mucha gente no es un drama, pero sí echamos un vistazo al truco de Karlos Arguiñano para que no se desparramen los huevos fritos, será mucho más fácil.

Lo que recomienda en este caso el chef de Beasain es que utilicemos una espumadera. Valdrá cualquier espumadera redonda que tengamos en casa, que va a ser la que permita que el huevo no se descuadre cuando lo vertemos sobre la sartén.

Bastará con cascar el hueco y depositarlo con cuidado sobre una espumadera, que habremos puesto sobre un plato. Una vez ligeramente escurrido de esa parte de agua que todo huevo tiene, Karlos Arguiñano lo lleva a la sartén, donde está el aceite bien caliente.

Allí lo vuelve a dejar cuidadosamente, deslizándolo desde la espumadera, y consiguiendo así que el huevo tenga una forma redonda casi perfecta y donde la yema quedará dentro de la propia clara, haciendo que el huevo quede mucho más aparente.

Luego sólo hay que rescatarlo de la sartén y proceder a cocinar el resto de huevos fritos, que nos quedarán inmaculados, con la yema bien centrada y perfecta para mojar. Casi para foto.

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